Politiquería en medio del hambre: los $350 millones del Encuentro de Mujeres alcanzaban para financiar tres meses el PANE

Con una sola referencia alcanza para tener en claro de que no se trata de carancheo ni de utilización política. Es suficiente la reconstrucción, con lágrimas de por medio, que hizo el miércoles 12 de octubre de 2022 en el Salón de la Puntanidad, Alberto Rodríguez Saá del diálogo telefónico del domingo anterior con el entonces presidente para acordar el ascenso de la activista feminista puntana al ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

-“Es una mujer muy inteligente, muy trabajadora y tiene una nobleza enorme”, fueron las cualidades personales que exaltó de Ayelén Mazzina.

-Alberto Fernández del otro lado respondió: “Qué hermosas virtudes, es suficiente y me convenzo para que sea la ministra de las Mujeres”.

-Rodríguez Saá fue más allá en las alabanzas y le advirtió a su interlocutor: “Tenés que saber algo, es de muchas convicciones”.

– “Me las banco”, remató Alberto F.

El día del acto de renuncia al cargo provincial, Rodríguez Saá dijo: "Le pido al pueblo de San Luis que vivamos juntos esta alegría".

Montaron un relato que se cae a pedazos.

El presidente buscaba una ministra para reemplazar a Elizabeth Gómez Alcorta que había dado un portazo por el accionar de su propio Gobierno durante y después del desalojo de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi.

Con la designación de Mazzina en el ministerio nacional, Rodríguez Saá consideraba que estaba coronando su política feminista y le permitía taparle la boca a aquellos que criticaban el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries,

El gasto del Gobierno en ese evento estuvo sospechado de corrupción y cuestionado por buena parte de la sociedad porque el Estado provincial se había montado en la organización asignando cientos de millones de pesos que salieron por distintos ductos gubernamentales conectados a empresas manejadas por amigos del poder.

Uno de esos escándalos alcanza para dejar en claro cómo denigraron y se usaron los derechos de la mujer para hacer politiquería.

15 días antes del Encuentro se autorizaron $350 millones solo para el pago de bienes e insumos. Mazzina firmó un convenio con la gerente de la Sapem, Gabriela Gaspari para que manejara esos recursos. ¿Si todo era transparente por qué se le impuso carácter “confidencial” en un cláusula a un acuerdo entre dos reparticiones para la manejo de fondos públicos?

Es decir ese gasto actualizado hoy es 1.200.000 dólares.

Ese gasto se hizo en la mayor emergencia alimentaria de la historia de San Luis. Según el Indec, en ese momento siete de cada diez chicos eran pobres.

Con esos recursos hoy se financian tres meses el Plan Alimentario Nutricional Escolar.

El “éxito” de ese evento y el millonario presupuesto que tenía la secretaría de la Mujer fueron la plataforma de “extraordinarias referencias” que llegaron a oídos de Alberto Fernández para convencerse de que la funcionaria era la indicada para que Rodríguez Saá tuviera una silla en el gabinete nacional.

Ayer Fabiola Yañez volvió a apuntarle, sin nombrarla, a Ayelén Mazzina como la funcionaria a quien le confió que era víctima de violencia de género y que además le mostró las fotos.

En aquel diálogo telefónico del domingo 9 de octubre de 2022 entre los Albertos, el ex gobernador no pasó por alto los principios de su discípula que tiene como referentes a la ex senadora Tona Salina y a Luz Rodríguez Saá.

¿Qué habrá pasado con las “convicciones” de la funcionaria una vez que traspuso las puertas de la Casa Rosada?

Hoy hace una semana que se conoció públicamente que la pareja del ex presidente fue víctima de violencia de género y ya hay denuncia formal en la Justicia.

Alberto Rodríguez Saá sigue en silencio.